El abrazo, un lenguaje universal

Ongi etorri !!!

Ya estamos de vuelta de las vacaciones. ¿Cómo han ido? ¿Qué nuevos lugares habéis descubierto? Yo éste año me quedo con: los abrazos. A todos nos gusta recibirlos y no siempre los damos a menudo pero éstas vacaciones, la personita de mis sueños, con sus 31 mesecitos ha aprendido a dar unos abrazotes .... ummm ... ricos, ricos, ricos.
Y le ha gustado tanto darlos que de vez en cuando te dice: "Un abrazo, ama" y ... qué momentos !!!!
¡Qué cantidad de sensaciones agradables y cuántas buenas vibraciones estoy descubriendo de su mano!

Así que me he puesto a investigar un poco y he encontrado algo tan tierno y emocionante que quiero compartir con vosotros.
No dejeis de meteros en la historia y de contemplar la foto, a mi me ha impresionado y ver la foto me ha echo sentir la suavidad, cariño y ternura de éste abrazo salvador.

Se trata de un artículo llamado "Abrazo Salvador" publicado en la revista Selecciones:

Las gemelas de Paul y Heidi Jackson, Brielle y Kyrie, nacieron el 17 de octubre de 1995, 12 semanas antes de la fecha prevista. Para reducir el riesgo de infecciones, en los hospitales se acostumbra colocar a los mellizos prematuros en incubadoras separadas, así que eso se hizo con las bebitas en la sala de terapia intensiva para recién nacidos del Centro Medico de Massachusetts Central, en Worcester.

Kyrie, que peso 990 gramos al nacer, empezó a subir de peso rápidamente y durmió tranquila desde los primeros días. En cambio, Brielle, que peso 80 gramos menos, no tuvo la misma suerte:
Presentaba problemas respiratorios y de ritmo cardiaco, baja concentración de oxigeno en la sangre y ganaba peso con lentitud.
Repentinamente el 12 de noviembre, Brielle entro en fase crítica: empezó a jadear, y tanto el rostro como los bracitos y las piernas se le pusieron de un tono gris azulado; peor aun, se le acelero el latido cardiaco y contrajo hipo, señal de que su organismo estaba sometido a intensas presiones. Sus padres solo aguardaban, temerosos, que muriera. La enfermera Gayle Kasparian hacia cuanto podía para reanimarla: le despejo las vías respiratorias y suministro mas oxigeno a la incubadora. Pero el bebé seguía muy agitada, con un grado de oxigenación muy bajo y la frecuencia cardiaca peligrosamente alta.
Gayle recordó entonces algo que había oído comentar a una colega. Se trataba de una practica ordinaria en ciertos países europeos, pero casi desconocida en Estados Unidos: colocar juntos a los bebes nacidos de parto múltiple, sobre todo si son prematuros.
La medida se apartaba de las normas, y la jefa de enfermeras, Susan Fitzback, se había ausentado del hospital para asistir a una conferencia. Aun así, Gayle decidió que debía correr el riesgo.”Permítame poner a Brielle con su hermanita para ver si eso ayuda”, les pidió a los angustiados padres, “no se me ocurre nada mejor”.

Los Jackson accedieron, y entonces la enfermera coloco a Brielle en la incubadora donde estaba el otro bebé. Luego los tres se pusieron a observarlas.
En cuanto la puerta de la incubadora se cerró, Brielle se acurrucó junto a su hermanita y se calmó en el acto. En cuestión de minutos, la oxigenación de la sangre alcanzo el grado más alto desde que vino al mundo, y mientras dormitaba, Kyrie le paso un bracito encima.
A su regreso, mientras recorría las salas del hospital, la enfermera que estaba a cargo de las gemelitas aquella mañana le pidió a la jefa de las enfermeras, Susan, que fuera a ver la incubadora.
 “¡No puedo creerlo!”, exclamó Susan. “¡Es tan hermoso!”.
“¿Quiere usted decir que podemos dejarlas juntas?”, preguntó la enfermera.
“Claro que sí”, respondió Susan. Rápidamente Susan tomó la foto del acto en el que Kyrie le puso el brazo a Brielle, su hermanita enferma.
Brielle comenzó a recuperarse rápidamente luego del abrazo de su hermana.
Hoy en día, son varias las instituciones de Estados Unidos que han adoptado la práctica de colocar juntos a los mellizos, lo que al parecer acorta el periodo de hospitalización. Y la medida sigue ganando adeptos con rapidez, aun cuando apenas en enero de 1996 se efectuaron los primeros estudios científicos acerca de su eficacia.
Paul y Heidi Jackson no necesitaron estudios para convencerse de que la práctica ayudo a Brielle, que esta creciendo llena de salud. Las gemelitas siguen durmiendo juntas y abrazadas.
 







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