MIS AMIGOS LOS PECES

Hay a gente que los peces les parecen animales aburridos y sosos. En cambio para mi, son unas mascotas a las que siempre he tenido mucho cariño. Será porque de pequeña pude disfrutar de ellos, o porque me fascina observar sus movimientos, pero para mi no son aburridos, son especiales.

Éste año, los Reyes Magos, en concreto el Rey Melchor, ha dejado en casa dos peces para el txiki de la casa. ¡Qué cara de sorpresa se le quedó! yo disfrutaré como la que más enseñándole a limpiar la pecera, a darles de comer. Y juntos les veremos en su día a día, en sus movimientos sensuales y serenos al nadar.

Hay muchos beneficios que nos pueden aportar:

- Ayudan y calman a los niños que sufren hiperactividad, trastornos de comportamiento, como la dificultad para socializarse, agresividad excesiva, rendimiento escolar escaso o poca confianza en uno mismo.
- Está demostrado que observar atentamente un acuario, los movimientos rítmicos y acompasados de los peces, el vaivén de las plantas con el agua en movimiento, el suave sonido de las ondas de agua o las burbujas de aire relaja y tranquiliza alas personas.
Los peces nos recuerdan el agua. Estos pequeños animales se asocian con la naturaleza. Los colores brillantes de los peces son un excelente antiestresante, neutralizan la agresividad y transmiten buen humor. Reducen la tensión de la vida diaria y ayudan a combatir el insomnio.
- En realidad hay algo más profundo, es el estado de “contemplación” que nos provoca el estar frente a un acuario. Es un singular estado de quietud, relajación y tranquilidad el que experimentamos ante un acuario bien decorado y habitado.
- Niños y adultos pueden ganar un sentido de responsabilidad.