EL SILENCIO DE LA CIUDAD BLANCA

Recorrer las calles que tan bien conozco, sentirme viva a través de ellas en una ciudad a la que adoro, protagonista a través de los acontecimientos en los días señalados de la que es mi ciudad, días que forman parte de mi vida, … un lujo que merece la pena vivir. 
¡Cuántas sensaciones a través de sus páginas! En un capítulo he sentido impotencia como Kraken, en otro nostalgia y añoranza de los seres queridos, en otro un sentimiento de fuera de lugar con la cuadrilla, en otro recuerdos del deseo y la pasión de nuestros comienzos, en otro ganas de llorar, de reir, de salir corriendo para ayudar a Kraken, en otro la tranquilidad de recorrer el casco antiguo a través de sus  museos…  tantas veces desde mi niñez …, en otro la certeza de estar cerca del responsable … 
Y todo ello narrado de una forma exquisita, fácil de leer a través de los ojos de todos, fácil de imaginar y sobre todo creando una magia especial a través de las calles y lugares emblemáticos de nuestra ciudad.  Me siento tan orgullosa de ser Vitoriana … me siento tan fresca tras la lectura de ésta novela. Gran regalo de Reyes … eskerrik asko ¡!!
Si me preguntáis si es recomendable, sin lugar a duda es un SI, un SI en mayúsculas, 100 % recomendable de leer y de conservar. 
Hay intenciones de llevar a la gran pantalla la novela, eso creí escuchar en una entrevista a la autora del libro, … generalmente éste tipo de películas que se basan en un gran libro, en una gran historia que ya he leído y que me ha gustado, y que tanto me ha marcado, tienden a defraudarme… posiblemente me salte éste paso y me quede para mí con las sensaciones que guardo tras la lectura de esta novela… Si algo es ya perfecto para qué querer mejorarlo … así es grande la historia, así son nuestros los personajes, de cada lector, de cada imaginación … Y los lugares, los pasos por nuestras calles, por nuestra geografía ya son mágicos al cerrar el libro … dejémoslo así. 
Un lujazo poder disfrutar de la lectura de éste libro en una semana en la que el buen tiempo ha acompañado en Vitoria, dándome la oportunidad de leer en un banco, sentada en el parque de La Florida, en un parque del que conservo muy buenos recuerdos (recuerdos de las fiestas de la ciudad cuando yo era una niña y las vivía con los abuelos, recuerdos de lo hermoso que se ve en navidad con el Belén y de las sonrisas que despierta en mis dos niños...)
He tardado 2 meses en cogerlo de la estantería desde que me lo regalaron, pero quería empezarlo cuando realmente mi cuerpo y mi mente estuvieran alineadas para saborearlo. Menos de una semana ha durado la lectura, ¡Que semana tan intensa! Intensa y perfecta, así ha sido su lectura, dejándome un recuerdo fresco, un recuerdo que me sabe bien.

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