REENCUENTROS

Soy un enanito de jardín que me he sentido olvidado en la pandemia. Nadie acudía al jardín que cuido, nadie paseaba cerca de mí, nadie me pisaba …

Mi amiga la hierba crecía salvaje y muy rápido. Alguna vez he pensado que me iba a tapar y si eso sucedía … nadie me vería y estaba allí ¡!!!  ¿Por qué nadie jugaba en el jardín que cuido?

Ha llovido y se han formado charcos a mi alrededor, se me han llenado los pies de barro, pero nadie venía a limpiarme …

Ha salido el sol y las flores han empezado a inundar de color el jardín, se ve más bonito y alegre pero la hierba ha crecido tanto que los pétalos de las flores tienen que abrirse un hueco entre el verde para que les llegue la luz del sol.

Hoy de nuevo  oigo ruidos. Todo ha estado muy silencioso en el jardín, ni unos pasos, ni voces, ni risas… y hoy por fin, parece que vuelvo a escuchar ruidos. ¿Estaré alucinando?

Cierro los ojos para intentar reconocer los sonidos, … Sí, son ellos, vuelven a casa!! ¡Les siento cerca!

Abro un ojo con un poco de miedo, y en ese guiño … ahí estáis otra vez vosotros. Nos reencontramos. 

Suena la cortadora de césped y el olor a hierba recién cortada me invade. ¡Qué bonito vuelve a estar el jardín! Ya puedo ver todas las flores que han crecido, son muchas, de muchos colores y algunas desconocidas para mí. Son especies nuevas que ahora viven en el jardín.

Hoy el día esta nublado en cambio yo lo veo lleno de luz, hay una luz especial que brilla en el jardín.

La alegría ha convertido ése día gris en un día lleno de color.

Aún así, no todo son risas y alegría, os veo las caras y os noto preocupados. Este tiempo sin veros, os ha cambiado. Vuestra expresión es distinta, se os ve más naturales pero a la vez estáis distantes.

No veo besos y abrazos, en cambio, es muy gracioso ver cómo os  tocáis el hombro. ¡Qué forma más curiosa tenéis ahora de saludaros!

Os escucho hablar y sonreír pero no os veo los labios. Algo tenéis en la cara que no me deja veros bien. ¿Será una nueva moda?

Aún así os veo muy guapos, tenía muchas ganas de veros. De reencontrarnos. Y veo que sabéis celebrarlo, os coméis un helado, paseáis en bici, estáis juntos.

Espero poder veros así de guapos y más  a menudo, os he echado de menos. Ahora sé que los días de espera han merecido la pena para saber que os quiero mucho y que sois muy importantes para mí.

Os quiere,

                Vuestro enano del jardín.