Un "abrigo" nuevo cada dia

 


En éstos últimos días se ha estado hablando mucho, a veces con informaciones valiosas y en otras ocasiones desinformando o incluso llegando a generar una angustia no buscada en la gente, sobre la depresión, la ansiedad, las enfermedades mentales …

Me encantaría que todo comenzase a normalizarse, porque en ningún momento se habla tanto en un informativo sobre otras patologías. Y está muy bien que todos lo normalicemos en nuestra vida pero mejor estaría que los prejuicios los tiremos de una vez por todas a la papelera.

Y es que, pensemos:

Si te duele un pie (al igual que puede dolerte el alma), si has sufrido una caída (al igual que tu mente, tu corazón, cae y necesita un tiempo para coger impulso y volver a levantarse) y si sientes molestias (porque tanto los huesos, los músculos, tus órganos vitales, tu voz interior también se resiente), si se te rompe un hueso (que también es algo interno igual que tu alma), en cualquiera de éstos supuestos acudimos con total normalidad a un especialista y se normaliza, se comenta, lo dices a tu familia, en tu trabajo, a tus amigos, no lo ocultas ¿a qué no?.

Pues si te duele el alma, si te encuentras roto, si tu voz interior te habla, si tu sonrisa se cambia por tus lágrimas, si tu voz se oye apagada … no lo ocultes. Siéntete libre para contarlo si te apetece, para escribirlo y desahogarte, para callarte y aliviarte con tu silencio y escuchando a tu corazón. Pero por favor, procura no angustiarte con informaciones que a veces desinforman. Escúchate, mímate y siéntete vivo cada día. Porque sólo tú conoces a tu alma, sólo tú. Tienes derecho a estar triste y también a estar contento, pero que nadie te diga cómo tienes que sentirte. Aún así, si hoy no es tu día piensa siempre: “Que pase lo que pase mañana saldrá el sol” (aunque a veces nos acompañen los paraguas, de vez en cuando cierra tus ojos, descansa y respira, vale la pena tomar conciencia de tu voz interior, quiérete)

No escribo éstas palabras así sin ton ni son, las escribo porque yo también me rompí por dentro hace un tiempo, porque yo también he tenido a mi lado a un ser muy querido e indefenso al que le he visto llorar porque no encontraba motivo para estar alegre, porque yo también he acudido al traumatólogo del alma, porque la dirección y el teléfono del psicólogo se guarda al lado del médico de cabecera, porque el psiquiatra puede ayudarte aliviándote el dolor del alma. El calor humano de los grandes profesionales con los que me he encontrado es un calor tan bueno como el calor de las manos del fisio que me alivia las contracturas posturales. Porque el alma también se contractura, porque una mala postura en tu alma te lo cuenta a gritos tu voz interior al igual que la mala postura de tu cuello te lo cuenta a gritos la torticulis.

Escúchate, y déjate escuchar, cuídate y déjate cuidar porque tu vida vale más que las noticias que escuchas, porque tus días suman grandes experiencias.

Sé que en éste último año la información que hemos recibido a consecuencia de la pandemia no ha sido del todo alentadora para que nuestro estado de ánimo sea el mejor, pero es cierto que ésta última semana haciendo balance he descubierto que soy capaz de reinventarme, he descubierto a grandes personas a mi alrededor, ahora sé con quién quiero estar, sé a quién quiero abrazar y ya mis abrazos no los doy gratuitamente sino que los doy a quien yo quiero y son mucho más sinceros. Sé que ahora soy más sincera si cabe que antes, sé que ahora amo con más energía, ahora disfruto de cada pequeño detalle como si fuera el más grande y una sonrisa recibida es un gesto que recibo con entusiasmo, al igual que mis sonrisas se sienten, se ven en mis ojos porque he aprendido a hablarte con mi mirada. Nos hemos reinventado y siento que ahora es momento de vivir cada día como un gran día, porque a mis hijos quiero enseñarles a que un cambio de planes, un cambio de hábitos, es un cambio en el alma, es como tener un abrigo nuevo cada día.

Comentarios

Entradas populares