UNAS GALLETAS DE MUERTE

Seguimos con las novelas de misterio. Jugar a ser detective puede ser divertido aunque corras con algún que otro riesgo y sino podéis preguntarle a la protagonista de esta nueva aventura.

Reconozco que he tenido momentos en los que con tantos personajes interviniendo en la historia me he descentrado un poco pero merece la pena seguir leyendo y descubrir el culpable de un nuevo asesinato que como dice la autora: está recién horneado. Ha sido divertido encontrar recetas entre los capítulos y de este modo que la lectura convierta también en un reto no sólo literario sino culinario.

Dos son las recetas que he escogido para probar mis talentos entre los fogones aunque nose si tendrán tanto éxito como en la novela. A nuestra protagonista le son de gran ayuda. Si quieres descubrir el por qué sólo tienes que dejarte llevar y seguir el olor de un café recién echo y de sabrosos dulces.

En todo ésta trama me ha gustado la relación entre Hannah y su hermana así como el buen rollo que tiene con su cuñado. Hannah cuenta con una personalidad muy marcada y demuestra capítulo tras capítulo su buen corazón. 

Hay dos frases que Hannah se pregunta en un determinado momento que invitan a la reflexión:

¿Hay algún lugar agradable para morir? ¿Y de verdad le importa al difunto?

Es verdad que en algunas culturas hablar de la muerte es algo muy natural pero también hay personas que bien por sus creencias o bien por no considerarlo un tema agradable rechazan el hablar de la muerte con naturalidad. 

Con los años, he aprendido que es un tema natural y que hablar de él forma parte de un crecimiento personal y enriquecedor que puede ayudarte a subir peldaños en tu terapia y a sentir paz y tranquilidad contigo misma.