Nuestra amiga la columna
La Columna
Una amiga a la que escuchamos poco.
No soy una experta en medicina, no tengo estudios relacionados con ello, pero con éstas letras me gustaría que tú que las estás leyendo y yo que las estoy escribiendo aprendamos juntos y conozcamos más a fondo a una amiga que nos habla, que interactúa con nosotros y a la que escuchamos poco: la columna. Juntos vamos a aprender a hablar con ella, a sentirla, a cuidarla, la vamos a convertir en nuestra amiga del alma.
La columna no sólo son huesos. También son músculos, tendones, nervios … que van desde la base del cráneo cerca del comienzo de la médula espinal hasta el coccix pasando por el sacro.
Parecen palabrejas raras, pero ya verás que las vamos a conocer de una manera muy amena.
Antes de conocerlas, vamos a ver juntos este dibujo en donde vemos cómo se divide la columna, sus secciones:
En cada vértebra de la columna hay un disco que las separa. Un disco que con su música absorbe los impactos durante nuestras actividades diarias: caminar, correr y saltar. Permiten la flexión y la extensión de la espina dorsal.
Las vértebras rodean y protegen la médula espinal.
La médula espinal se divide en segmentos y éstos en un par de nervios raquídeos que se encargan de enviar mensajes entre el encéfalo y el resto del cuerpo.
Vaya misión la de éstos nervios: Piensa que si la comunicación se corta algo no va bien en nuestro cuerpo.
La columna vertebral nos sujeta, proporciona soporte estructural al tronco y rodea y protege la médula espinal. Proporciona también puntos de unión para los músculos de la espalda y para las costillas.
Como ves, no sólo es una linea de huesitos que tenemos en la parte trasera de nuestro cuerpo, sino que sujeta nuestro cuerpo, protege a lo que le rodea y además cuenta con ayudantes que consiguen que las órdenes lleguen a nuestro cuerpo y nos facilite el movimiento.
Y … si hablamos de números … ¿Qué tenemos?
La espina dorsal tiene 33 vértebras: 7 cervicales, 12 torácicas y 5 lumbares.
El sacro tiene 5 huesos fusionados
El coccix tiene entre 3 y 4 huesos fusionados
Para poder entender más a nuestra amiga, vamos a adentrarnos en cada una de sus partes:
Estructura de las Vértebras:
Cuerpo vertical: Es la parte más voluminosa y tiene forma cilíndrica. Da fuerza a la columna, se encarga de soportar el peso. Su tamaño aumenta a medida que desciende por la columna vertebral. Estos cuerpos se separan unos de otros por discos intervertebrales.
Arco vertebral: Consiste en 2 pedículos y 2 láminas. Para que lo entendamos mejor: Los pedículos forman el foramen (agujero) intervertebral que facilita el paso de los nervios que vienen de la médula espinal. El conducto vertebral es el espacio a lo largo de la columna formado por la superposición de los forámenes vertebrales.
Procesos vertebrales: Hay 7. Sirven como puntos de unión para ligamentos y músculos de la espalda. Participan en la formación de las articulaciones.
Vértebras Cervicales: Son 7. Forman la columna cervical en el cuello. Tienen los discos intervertebrales más pequeños y delgados de la columna. Son las que tienen mayor capacidad de movimiento. Tienen vértebras atípicas que ayudan a la rotación de la cabeza.
Vértebras Torácicas: Son 12. Es la espalda alta. Las facetas costales se articulan con las costillas. Cumplen un rol importante: Formar la cavidad torácica.
Vértebras Lumbares: Son 5. Es la espalda baja. Forman la columna lumbar. Tienen los cuerpos vertebrados más grandes lo que facilita la carga del peso. Los pedículos y láminas son gruesos y fuertes. Sus procesos espinosos son cortos y resistentes para permitir la unión de los músculos lumbares. La L5 es la vértebra más grande del cuerpo humano: Sostiene y transmite el peso corporal hacia la base del sacro.
Sacro: Forma parte de la pelvis. Su función principal es transmitir todo el peso de la parte superior del cuerpo a la pelvis hasta llegar a los miembros inferiores.
Coccix: El hueso del coccix se articula con el sacro y consiste en 3 o 4 vértebras fusionadas. Es un punto de unión para los glúteos mayores y músculos.
Como ves, son varias las partes de la columna, cada una con una función distinta y con muchos pequeños ayudantes que consiguen que todo el engranaje funcione correctamente. Es nuestra misión cuidarla y mimar a ésos pequeños ayudantes ya que si uno falla, algo chirría en tu cuerpo.
Aun teniendo varias partes, la columna vertebral se mantiene unida como una sóla estructura: Cuerpos vertebrales que unen articulaciones intervertebrales, discos compuestos por anillos fibrosos cuya función es absorber impactos, prevenir ficción, permitir la flexibilidad … Todo unido es una máquina única y es tuya … Cuídala.
Los cuerpos vertebrales y los discos están reforzados por ligamentos longitudinales fibrosos:
El anterior: Su función es limitar la extensión y prevenir la hiperflexión de la columna.
El posterior: Su función es de prevenir hernias posteriores en los discos invertebrados.
Los arcos vertebrales están conectados mediante las articulaciones facetarias. Estas articulaciones facilitan la flexión y la extensión de la columna cervical y torácica. Permiten movimientos rotacionales. Estos arcos se refuerzan por varios ligamentos: Amarillo, interespinoso, nucal y supraespinoso.
Resumiendo algo que ya sabes: La columna vertebral sostiene la cabeza, los hombros y la parte superior del cuerpo. Ofrece el soporte necesario para pararse erguido y da la flexibilidad para inclinarse y girar. También protege la médula espinal.
Conecta la parte superior e inferior del cuerpo y permite el equilibrio y la distribución del peso.
Una maquinaria realmente espléndida, la columna, una gran desconocida, una amiga única.
La columna es una amiga silenciosa, habla poco y acompaña mucho. Siempre está ahí. Y cuando nos habla … ¿La escuchas? Diría que a veces no lo hacemos como debiéramos.
Son muchas las lesiones y dolencias que la columna arrastra al resto del cuerpo.
Son muchas las alegrías que nos aporta: Caminar, bailar, movernos, hacer deporte, en definitiva tener una buena calidad de vida, tener días de ocio y de disfrute, tener la capacidad de desarrollar nuestro trabajo …
… pero … ¿Qué sucede cuando nuestra amiga la columna nos habla?
El 16 de julio de 2022, mi columna, ésa amiga silenciosa, me habló. Me habló alto y claro y fue tajante:
Zuri, para!!!
Y paré, tuve que parar.
Fue saliendo de la piscina cuando algo noté en la parte baja de mi columna, en mis lumbares algo había pasado. Lo supe cuando a la semana mi pierna izquierda se durmió, y el dolor para caminar fue en aumento.
Pero … ¿Qué me pasaba? ¿Qué quería decirme mi amiga la columna?
Pasaron 4 meses hasta que lo supe. Mientras tanto, intenté acercarme a ésa amiga, acariciarla, intenté aliviarla y acompañarla con calmantes, con saquitos de calor, con pequeños y cortos ejercicios para poder recuperar algo de movimiento, con masajes y ayuda de fisioterapeutas. Ejercicios que relajaban ésa zona lumbar que me impedía andar y que dolía como nunca.
Trocanteritis y el dolor de cadera, muletas, reposo y mucha más medicación hasta que por fin pudieron decirme qué pasaba en mi columna.
Y … ¿Qué pasaba? De todo, pasaba de todo …
Hernias, Protusiones, Artrosis, Estenosis de canal medular, una fisura en el último anillo fibroso (ése que soportaba todo y que ya no pudo más) ….
Un horror que comenzaba a verse y que se manifestó con el diagnóstico: Lesión degenerativa en la columna lumbar. Un canal medular en la parte baja de la columna que se había ido estrechando, un canal que se había ido cerrando hasta casi hacerlo desaparecer.
Y todo ésto qué me hace en mi día a día … ?
No poder caminar. Sólo poder estar tumbada, 3 meses en la cama en los que mi mejor compañía fueron los libros, sus historias y esos autores que descubrí. La radio, ése contacto con la vida de fuera de casa, la necesidad de sentirme informada porque la vida continuaba. Y esos ejercicios de relajación y meditación. Gracias a los que conseguí alinear mi mente, mi alma y mi cuerpo. Gracias a los que aprendí a cuidarme, a escucharme, a mirarme por dentro y conocerme.
En éstos meses, los dolores fueron en aumento. Las medicaciones también aumentaban, tanto en dosis como en fuerza. 6 pastillas diarias, 2 de ellas excesivamente fuertes y aún así no sentía alivio. En estos meses tuve que aprender a vivir con dolor, me tuve que acostumbrar a éste nuevo acompañante.
Tuve que aprender a sonreír al dolor y a sentir que mis días se esfumaban y en todos ellos me acompañaba el dolor.
Masajes, fisioterapeutas, medicación, rehabilitación, infiltraciones y bloqueos facetarios … ¿Hasta cuándo duraría todo?
En éste tiempo aprendí mucho sobre mí, sobre la vida, sobre las personas, sobre mi cuerpo y aprendí a seguir mirando al mañana con ilusión, aprendí a vivir con dolor. Te acostumbras a él. Valoré lo verdaderamente importante.
Conocer a mi columna fue un objetivo prioritario. La escuela de espalda fue la mejor opción, allí aprendí a sentarme, a levantarme, a caminar algo más segura, a cojear menos, a no sentir miedo por hacer movimientos y ejercicios. Allí me subí de nuevo a una bici estática. Gané fuerza y flexibilidad, recuperé confianza y aprendí a poder aliviar dolores y contracturas de la columna. Fue la mejor medicina.
Y … ¿qué pasá al llegar el año largo de la lesión?
Nuevas pruebas y .. la lesión seguía, seguía creciendo, no mejoraba mi día a día. Asi que la intervención quirúrgica fue la solución planteada. Adelante con ella !
Y llegó el día.
Con nervios, con miedo pero con muchas ganas. 3 horas de operación, 5 días de ingreso, 18 grapas, faja lumbar y muchas ganas y fuerza para recuperarme.
Al mes de la operación, el médico está muy contento.
Por fin, 16 meses después …. ¡No tengo dolor! Camino erguida, no cojeo y me levanto y acuesto sin dolor.
He vuelto a sonreir de manera sincera. Me lo dicen en casa mi marido, mis hijos, mi amatxo. Sonrío también con los ojos, estoy recuperando ésa felicidad, esa alegría que no deberíamos perder.
Sé que tengo una columna de una persona de 70 años, sé que el proceso de recuperación será lento, que ahora me toca trabajar el cuerpo, para ayudar a mi columna a recuperar fuerza, movilidad … Se que pasados unos años puede que se necesite volver a valorar mi columna, lo sé. Pero lo que me da ánimos y fuerzas es que sé que hoy no tengo dolor.
Confío en que todo va a ir bien, que éstos 16 meses quedarán atrás, que los dolores los iré olvidando. Y que todo lo aprendido en estos meses me acompañará siempre.
Volver a sentir la pierna, el pie izquierdo, sentirlo al andar, dejar los bastones guardados, querer salir a la calle, sentir deseos de hacer planes …
Esto es en esencia … vivir.
Para llegar a hoy he tenido que pasar dias duros, momentos en los que las lágrimas asomaban sólas, días en las que el dolor era tan intenso que sólo quería cerrar los ojos y dormir.
Meses que me han enseñado un nuevo camino en mi vida, me han descubierto el poder de la meditación y he aprendido también a saber de quién rodearme porque como se suele decir, sólo descubres a las personas cuando las sientes a tu lado. Y en estos meses he descubierto a nuevas personas, personas que me han demostrado que vale la pena la vida.
Ahora toca mirar al futuro, toca sentirnos vivos de nuevo, toca seguir queriéndonos y disfrutar, éste año sí, disfrutar de un verano con otro ánimo, con otro cuerpo.
Y ahora qué ??? Tengo que acudir al tribunal médico, con todos los informes, con todo … y allí me dirán … decidirán mi futuro más cercano …
Todo está en orden, la consulta del médico llega y el médico, ése gran profesional al que le debo mucho, sonríe. Sonríe por el buen trabajo realizado, porque sabe igual que yo que me ha dado mucho, sabe que me ha regalado vida con sus manos.
Escribo ésto cuando llega otra cuenta atrás. 15 días, 2 semanas para mí reincorporación al mundo laboral. Otra etapa que llega.
Con ganas, con cangelo también. Dos años son muchos días, encontraré cambios, aprenderé de lo nuevo, seguiré creciendo como persona y ésta vez tendré los oídos abiertos, escucharé lo que suene a mí alrededor y a mí cuerpo no le dejaré de lado. Porque mi cuerpo es mi equipo.
Escribo todo ésto como ejercicio de autoterapia, pero también como ayuda hacia aquellas personas que estén sintiendo ésos dolores, esas situaciones.
Escucha a nuestra amiga la columna, esa amiga silenciosa en general y que cuando habla lo hace con fuerza, con un grito de ayuda.
No le denegeis la ayuda. La columna es una parte fundamental de tu cuerpo, sin ella tu movimiento se ve limitado.
Cuídala, quiérela, no la olvides.
Y cuídate tú, escúchate, mímate y pon ganas para conocerte.
Tú eres lo más importante de tu vida.
Sin ti, tu vida no tiene sentido.
Tú eres el mejor sol que puede hacerte sonreir también con los ojos.
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