EL TIEMPO ENTRE LETRAS Y PAÑALES
Hace casi cuatro años que descubrí lo bello que es que te llamen: amatxo. El 15 de enero de 2010 comenzé una vida nueva. Y éste año, el 11 de septiembre repetí la experiencia. Ya somos cuatro en casa, ya soy amatxo por 2ª vez.
Mis tardes transcurren entre el aprendizaje de las letras de mi niño mayor y el cambio de pañales de mi bebé.
¡Qué de cosas compartimos! Gracias a las ganas de aprender, a las ganas de escribir los nombres de familiares y de amigos, disfruto cada tarde viendo la sonrisa en la cara de mi chico grande cuando ... una nueva letra cobra vida en la pizarra. ¡Qué ilusión! Y ¡qué curiosidad!, al escribir una letra siempre quiere más y quiere saber otra y otra ... y ¡qué memoria! Las letras que aprende hoy, mañana las escribe él sólo, sin problema ... ¡Qué bien nos viene la pizarra!
Pizarra con la que yo he disfrutado mucho de niña y ahora ... es el turno de reciclar para que mi chico grande juegue, invente y aprenda con ella.
De vez en cuando, entre nombre y nombre toca cambiar pañales. El culete de mi bebé tiene que estar limpio, así que las tardes son mágicas por partida doble. Por los juegos y el aprendizaje y por los balbuceos, pequeños movimientos de pies y manos.
Están siendo unos meses mágicos los que estoy viviendo. La 2ª maternidad se vive de manera más intensa y por qué no decirlo, lo estoy disfrutando mucho más. Mañana se cumplen 3 meses de ésta convivencia entre las letras y los pañales y ... ¡me encanta!
Mis tardes transcurren entre el aprendizaje de las letras de mi niño mayor y el cambio de pañales de mi bebé.
¡Qué de cosas compartimos! Gracias a las ganas de aprender, a las ganas de escribir los nombres de familiares y de amigos, disfruto cada tarde viendo la sonrisa en la cara de mi chico grande cuando ... una nueva letra cobra vida en la pizarra. ¡Qué ilusión! Y ¡qué curiosidad!, al escribir una letra siempre quiere más y quiere saber otra y otra ... y ¡qué memoria! Las letras que aprende hoy, mañana las escribe él sólo, sin problema ... ¡Qué bien nos viene la pizarra!
Pizarra con la que yo he disfrutado mucho de niña y ahora ... es el turno de reciclar para que mi chico grande juegue, invente y aprenda con ella.
De vez en cuando, entre nombre y nombre toca cambiar pañales. El culete de mi bebé tiene que estar limpio, así que las tardes son mágicas por partida doble. Por los juegos y el aprendizaje y por los balbuceos, pequeños movimientos de pies y manos.
Están siendo unos meses mágicos los que estoy viviendo. La 2ª maternidad se vive de manera más intensa y por qué no decirlo, lo estoy disfrutando mucho más. Mañana se cumplen 3 meses de ésta convivencia entre las letras y los pañales y ... ¡me encanta!
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