Una semana con ...

Una semana con varicela ...

Sábado por la tarde, con sol y buen ambiente ... salimos con el patinete a jugar al parque!!
Mientras, esperábamos la llegada de aita que se había ido de excursión.
Pero algo no marchaba bien ... tras varias vueltas con el patinete por el jardín de casa, me senté con la amatxo en el banco del parque. Nos daba el solecito y agradecí descansar.
Ya viene aita ¡!! Salí corriendo para abrazarle y ya .. no quería que me soltara, de repente me enconté cansado y comenzó a dolerme la cabeza.
La amatxo sospechó algo porque en la frente me había salido un grano ésa misma mañana. Asi que .. levantó la camiseta y ... empezaban a verse granitos en la tripa, así que ... – vamos a subir a casa cariño –
Tenía fiebre y tuve que tomar medicina. Eso no fue todo y los aitas me bañaron pero ... el agua la encontraba fresquita ... Los aitas dicen que me porté como un valiente pero no me gustó nada bañarme con el agua así ¡!!
Por la noche puede descansar bien gracias a la medicina y al baño pero a la mañana siguiente ... tenía muchos granos ¡!! Así que los aitas no tuvieron dudas ... ¡Tenía varicela!
A la mañana siguiente fuimos a ver a la médica que me recetó unas cremas y un jarabe para que los granos no me picaran. Ése día también tuve fiebre y me sentía muy muy cansado.
Los aitas me dijeron que durante ésa semana no iba a ir a la ikastola, así que me tocó quedarme en casa. ¡Con las ganas que tenía yo de ver a mis amiguitos!
La fiebre se me pasó pronto, así que continuamente me miraba en el espejo, me gustaba verme los granos, algunos eran grandes, otros rojos, algunos ya tenían postilla, otros empezaban a picar ...
Pero no lo pasé mal, el aitatxo me dio algún paseo con la bici a las mañanas y otros días tocábamos con el txistu y el tambor, la amatxo me preparó bizcocho para merendar un día y me regaló a Buzz Lightyear para jugar con Spiderman, el tio David y María me regalaron el cuento de Nicomedes el pelón, la amama me traía petit suisse para merendar, los abuelos me llamaban por teléfono, la médica me regalaba pegatinas cada vez que ibamos a verla y cuando ya no contagiaba y los granos estaban secos vino el primo Erik a jugar a casa.
Ya he vuelto a la ikastola, los granos están secos pero aún se me notan las marcas ...
Los aitatxos dicen que me he portado super bien éstos días y que he pasado la enfermedad con buen humor y tomando muy bien la medicina.

Asi que .. ya estoy curado ¡!!

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