LOS OJOS AMARILLOS DE LOS COCODRILO

 


Historias entrelazadas, con realidades dispares pero todas con un denominador común: vivir. A veces para conseguir ese objetivo, para vivir, disfrazamos nuestro alrededor, nuestro verdadero yo.
En cambio, cuando comenzamos a ser nosotros mismos, cuando soltamos las ataduras y los nudos, entonces es cuando realmente comenzamos a disfrutar de nuestro objetivo, de la vida.
Hace ya unos días que lo terminé de leer pero he querido tardar en escribir la reseña porque es necesario meditar su lectura tras cerrar la última hoja.
Cuántas veces nos disfrazamos para hacer sentir bien a otros, cuantas veces vivimos en un sin sentido por el miedo a lo que puedan pensar de nosotros, cuantas veces dejamos guardado lo que pensamos por no explotar y decir lo que realmente pensamos, cuántas veces vivimos la vida que otros quieren que vivamos. Y todo esto sin preguntarnos qué es lo que realmente nos hace felices. 

Tenemos que mirar más a nuestro interior y empezar a vivir la vida que queremos vivir, sin tener miedo a la soledad porque quizá lo que te acompaña sea precisamente lo que te hace sentir sólo, conocer otro mundo, descubrir lo que hay tras abrir una nueva puerta y escuchar a nuestro alrededor es lo que realmente nos hace vivir la vida.

Este pequeño fragmento del libro lo explica genial:

La vida es una compañera. Hay que tomarla como a una amiga, bailar con ella, dar, dar sin contar, y después ella te responde... Hay que hacerse cargo de uno mismo, trabajar para sí, aceptar los errores, corregirlos, ponerse en movimiento... Y entonces ella entra en tu baile. Baila contigo.
 




Comentarios

Entradas populares