LA SOSPECHA DE SOFÍA

 

Cierro la última página del libro con el corazón encogido.

Durante la novela he cogido mucho cariño a Sofía. No sabría explicar por qué, pero creo que en ocasiones le tenía pena, en otras me alegraba saber que por fin se sentía viva y en otros momentos me hubiera gustado quitarle la venda a la realidad que vivía.

Y ahora pienso, qué hubiera echo yo??? Cómo me hubiera afectado todo lo que ese personaje vivió? 

Emoción, miedos, inseguridad, tristeza, rencor, valentía ...

Hay más personajes con los que me he emocionado en el libro: Hanna, Bettina, la pequeña Beatriz...

Otros en cambio me han causado rechazo casi desde el comienzo y me he alegrado de su desaparición en la trama.

Me gusta cómo comienza el libro, me ha gustado que esté enfocado en fechas, en hechos históricos. 

El muro de Berlín, su caída, yo era una niña, pero me acuerdo de ello, las imágenes que salían por televisión impactaban y más a mi edad.

Por eso, hay momentos en el libro, en el que acordarse de la crudeza de todos los años anteriores a esa caída, de todas las atrocidades cometidas por un régimen impuesto ...esos momentos, narrados con los personajes de la novela como protagonistas, esos momentos te envuelven de tal manera que sientes que todo es cierto, que la historia ha podido ser una de tantas historias de la guerra, una de tantas vidas destrozadas, una de tantas familias ....

 Sin olvidarnos del régimen franquista que tenía a un país completamente humillado, sin opción de decisión. El libro muestra claramente la situación de la mujer en unos años en los que la educación que una niña recibía era única y exclusivamente la que la dictadura marcaba, sin otro propósito que hacer de cada una de ellas una bonita imagen que acompañe a un gran hombre. Porque no tenemos que olvidarnos que no hace muchos años sólo serviamos como figurines, no se tenía en cuenta nuestra inteligencia, nuestras ideas simplemente no existían. 

Menos mal que ésto cambió, que el muro desapareció.